Muchas veces, y desde diversas posiciones, se ha intentado debatir y dilucidar cuál de las tres bases de la comunicación resulta ser la más importante; si una empresa o marca debe invertir más o menos en Publicidad, en Marketing o en Relaciones Públicas, o si se debe optar por una de ellas y descartar las otras dos.
Pero el transcurso de los últimos años ha ido mostrando al mercado que ninguna es más importante que la otra, sino que, más bien, las tres son por igual necesarias para una organización que busca ofrecer a sus audiencias de interés (y en especial a sus consumidores y usuarios) la información efectiva y precisa que necesitan para optar por sus productos o servicios.
Claro está que la priorización de cualquiera de ellas dependerá de la capacidad presupuestaria de la organización, aunque esa es una barrera que, con el transcurso del tiempo viene también minimizándose, ya que ahora nuestro mercado cuenta con diversas alternativas que manejan propuestas de inversión competitivas en los tres campos.
Sin embargo, resulta conveniente aprovechar este espacio para ahondar en lo que la gestión de una adecuada política de relacionamiento con audiencias clave puede aportar en las diversas estrategias de promoción y comercialización de una marca, producto o servicio.
Una mayor interacción entre las Relaciones Públicas y el Marketing
En nuestra práctica, hemos ido notando a lo largo de los años que cada vez más empresas –afortunadamente-, desde sus áreas de Marketing (lo que es más afortunado aún) han ido incorporando a las Relaciones Públicas ya no solamente como una opción más en sus planes, sino como una herramienta estratégica eficaz para alcanzar a clientes actuales y potenciales, proveedores, líderes de opinión, colaboradores, colectivos y comunidades, etc., mediante mensajes claros y efectivos.
Y si bien la principal finalidad de las Relaciones Públicas es la de contribuir a lograr los resultados de negocio de una organización o marca, viene siendo también considerada por los profesionales en Marketing para construir relaciones positivas y proactivas y fomentar la fidelidad de clientes, prescriptores, colaboradores y accionistas.
Esta alianza entre Marketing y Relaciones Públicas se debe, principalmente, a la imperiosa necesidad de información que tiene el mercado en torno a una empresa, marca o producto. En efecto, el consumidor recibe un mensaje, por ejemplo, de un aviso publicitario y se interesa en lo que éste propone. Pero ahora, con las herramientas que se tiene a la mano, investiga más sobre dicha marca o producto antes de tomar una decisión de compra, buscando que su experiencia sea lo más productiva pero también gratificante. Hace una investigación en buscadores, redes sociales, medios de comunicación, blogs… Por ello es importante buscar cubrir todos los frentes para llegar con el mensaje que se quiere posicionar.
Así, las Relaciones Públicas aportan al Marketing el potencial de generar noticias a partir de la información que pueda manejar una empresa o marca, sea cual sea el caso de aplicación: lanzamientos de productos, posicionamiento de marcas y servicios, generación de nuevas tendencias de consumo, activaciones y acciones BTL, promociones y eventos especiales, alianzas estratégicas comerciales, entre otros.
En un mundo cada vez más globalizado y complejo, donde productos y servicios son más homogéneos y están más desarrollados, la credibilidad y la confianza son valores esenciales en los que el consumidor se basa para tomar una decisión. Y es en este aspecto en el que las Relaciones Públicas pueden colaborar de forma efectiva con el Marketing.