Han existido desde siempre, solo que las redes sociales han permitido que su labor se haga no solamente reconocida sino también que se especialice y sean mucho más accesibles. Antes era la figura televisiva o la voz radial confiable de turno la que ofrecía algún producto o sugería el restaurante al que acababa de acudir. Hoy son personas no necesariamente mediáticas que han podido construir una comunidad a partir de la generación y publicación de contenido de valor.
Cuando se habla de influencer, generalmente se piensa en una persona que tiene muchos seguidores en cualquier red social. Y si bien inicialmente era así, hoy ya no es relevante solamente la cantidad de seguidores que posee ya sea en Facebook, Instagram, X, TikTok, Twitch y demás, sino la vinculación que ha construido con sus seguidores -a lo que se llama engagement– que hace que sus publicaciones generen reacciones. A tal nivel ha llegado la poca importancia del número de seguidores (que tranquilamente pueden comprarse por internet) que hoy se habla incluso de micro o nano influencers. Hay mucho más valor hoy en día en el engagement que en la cantidad de followers.
Esos vínculos desarrollados por el o la influencer hacen posible que sus seguidores no solo acepten sino también confíen en sus recomendaciones de productos, negocios o actividades, lo que los convierte en una herramienta potente para las marcas.
Influencers y Relaciones Públicas
¿De qué manera una correcta gestión de influencers puede aportar en la estrategia de Relaciones Públicas de una organización? Siempre que la elección se realice de una manera profesional y objetiva, incorporar la labor de influenciadores de seguro potenciará las acciones de Comunicación.
En primer lugar, un influencer puede contribuir en el incremento de la visibilidad de una marca o producto y así mejorar el nivel de recordación. Las redes sociales de esta persona se convierten en vitrinas para llegar a nuevas personas o segmentos de mercado.
En segundo lugar, al ser una persona externa a la organización, un influencer que se refiera a la misma de manera positiva puede aportar en la construcción de reputación, puesto que sus seguidores estarían más propensos en creer y darle confianza a dicha empresa.
Además, el contenido creado por los influencers también puede ser utilizado por la empresa o institución ya sea para generar nuevo contenido para sus redes corporativas o para promocionar sus propios productos o servicios en puntos de venta, como -por ejemplo- hacen muchos restaurantes peruanos al colocar una fotografía de la vez en que recibieron la visita de Gastón Acurio. En este caso, se intenta extrapolar el prestigio del influenciador al local visitado.
Aporte de los influencers al negocio
Pero no solo pueden contribuir en la mejora del posicionamiento o reputación, sino también en el negocio de las empresas. Los influencers pueden colaborar también en la generación de leads, considerando que pueden llegar a personas que, luego de recibir su recomendación, puedan mostrar mayor interés en una marca o producto. Pueden incluso sugerir visitas a sitios web o invitar a completar formularios de contacto.
Y como toda estrategia de Marketing o de Comunicación, el principal objetivo es que la gestión de influencers pueda incidir en el resultado de ventas, teniendo en cuenta que los seguidores podrían estar ávidos de adquirir el producto que les es sugerido o mostrado.
Siempre que la selección se realice de manera estratégica y teniendo en cuenta su relevancia para el público objetivo, contar con influencer en el marco de una campaña de Relaciones Públicas puede resultar muy provechoso para el logro de objetivos tanto de comunicación (al impactar en la reputación de la empresa) como comerciales (al ayudar en la generación de leads y aumento de ventas).